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Negro fue
lo primero que vi al abrir los ojos, como si se prolongase la oscuridad del
sueño. Deslicé los dedos a lo largo de su cuello admirándome del contraste de
nuestras pieles, noche y día, fijándome en cómo se elevaba y hundía su torso.
De vez en cuando él dejaba escapar una respiración más profunda que aprisionaba
mi cuerpo contra el viejo colchón y me recordaba que seguía viva. Poco a poco
me estiré hasta liberarme de su abrazo.
Seis años
llevaba despertando de aquella manera. El sol siempre esperaba coqueto a
que vaciara una o dos tazas de café cigarrillo en mano, sentada en la escalera
de piedra de la entrada. Desde allí podía escuchar a las gallinas removerse en
el pequeño corral, dos metros más allá, y si hacía un gran esfuerzo, también
las andanzas de algún gato en el jardín.
Aquella
mañana era especialmente pronto. La luna tenía un aspecto inflado y amarillento
reflejada en el contenido de mi taza. Tan solo se oía el zumbido de una brisa
fresca que me hizo arrebujarme en la camisa de George. Di una calada al
cigarrillo. Tenía todo el tiempo del mundo, o así lo sentí. Nadie sabía que
estaba despierta. Nadie me estaba esperando. No tenía nada que hacer… salvo
pensar.
Papá
solía afirmar que nadie recuerda el momento en que aparece la Persona que lo Cambiará
Todo, del mismo modo que pasa por alto el encuentro con un desconocido. Decía
que un apretón de manos no bastaba para leer el futuro.
No
visitaba a mi padre desde que mamá se fue con él para hacerle compañía, pero
cada mañana, sorbo tras sorbo de café, mi organismo asimilaba la razón que
había en sus palabras, a la vez que maldecía mi insensatez por hacerlas convertidas
en ceniza años atrás. Qué distinto había sido todo con George… y qué distinto
sería a partir de aquel día.
Supongo que a todos —al menos a mí XD— nos resulta muy difícil deshacernos de partes que nos gustan incluso cuando entendemos que el resto está mejor sin ellas. Buena idea esto de mostrarlas, un pequeño consuelo.
ResponderEliminarUn abrazo^^
¿Verdad que sí? Tienes razón, duele sacar las tijeras, pero dejarlas guardadas a menudo termina obstaculizando cualquier avance.
EliminarEspero que hayas disfrutado, eso ayuda.
¡Abrazos!