miércoles, 6 de febrero de 2013

Escenarios: Edimburgo


«Para todo lo que escribo, un cuento o una novela, empiezo por el paisaje. Es el paisaje el que empuja el argumento».

Annie Poulux, autora de Brokeback Mountain


     «Tenía poco más de diez años cuando lo conocí.   
     »Aún puedo percibir el olor a tierra húmeda y el sonido de mis zapatos recorriendo el camino hasta su casa, la casa de los Ardwell. Decenas de viviendas georgianas poblaban ambos lados de la calle. Yo las contaba al ritmo de mis pisadas, hechizada por el color ahumado de los edificios».


Qué sencillo es escribir estas líneas contemplando la fotografía: las casas de piedra oscurecida, la vegetación verde, el asfalto mojado, la tierra húmeda de los jardines. Más aun cuando las imágenes evocan lo tranquilo de la escena, el silencio, la brisa removiendo las ramas de los árboles, el sonido de mis propios pasos. 

«[...]Clavé la mirada en el cielo escocés mientras mamá seguía parloteando y tirando de mí  con fuerza. Unas enormes nubes negras borboteaban allí arriba y la humedad me había encrespado los rizos. Escuché refunfuñar a mi hermana unos pasos más adelante. Maldito Edimburgo, decía, maldito y estúpido clima».


Resulta mucho, mucho más sencillo sintiendo la lluvia fina y la humedad en la propia piel, el cielo borboteante cubriéndolo todo. Más aún cuando estas líneas sientan la base del lugar en el que ocurrirán los hechos de la novela y el lector debe comprender cómo el entorno afecta a los personajes. 

«[...]Caminamos durante diez minutos, hasta detenernos junto a una casa algo más grande que el resto. En total conté tres pisos de piedra ahumada y cuatro enormes ventanales. El jardín frontal consistía en una pequeña alfombra de hierba bien recortada y varios arbustos. En cuanto cruzamos el estrecho camino de piedra que conducía a la puerta mamá llamó al timbre.  Melissa se sacudió los zapatos y volvió a arreglarse el pelo. Poco después un hombre vestido de pingüino nos abrió; entonces mamá apretó mi mano y me puse muy tiesa».


Y cuando algo parecido se alza ante los ojos del escritor... ¡Ah! Ahí sí que describir se convierte en una tarea fácil.



Tengo que ser sincera: escribí estas líneas mucho antes de tener la suerte de visitar Edimburgo. Utilizar en la historia un lugar en el que nunca se ha estado complica mucho las cosas, pero, ¿debería limitarme a hablar de mi ciudad, de mi barrio? A veces los lugares nos eligen a nosotros y yo ya lo he dicho más de una vez: siempre me ha gustado viajar. Si no puedo coger una avión, encuentro algún libro que me lleve. Y si ningún libro me parece atractivo, lo escribo y voy allí cuando quiero

Pasé, pues, mucho tiempo en Edimburgo antes de decidirme a coger un avión. El lugar tiene un significado especial en la historia, por lo que representa para los personajes y por la forma en que sus características influyen en ellos. Por eso cualquier cosa servía: un reportaje, vídeos de youtube, mapas, guías turísticas, google earth, preguntas a conocidos, foros, hasta consultas en varias páginas inmobiliarias. Mi viaje contribuyó a completar todo lo anterior con lugares nuevos, nombres propios, sonidos, olores y sensaciones. 

A pesar de la importancia que confiero a los escenarios mi postura no es tan extrema como la de Annie Poulux. El lugar no siempre lo es todo. En algunas historias basta con unas cuantas indicaciones sobre el escenario para orientar al lector. De todas formas pienso que quien escribe debe conocer todos los detalles y más adelante decidir si utilizarlos o no. No comportarse como un guía turístico en las descripciones, eso sí, pero facilitar aquellos datos que se requieran para la comprensión de la historia. Evidentemente para eso el autor necesita investigar. Se trata del conocido fenómeno del iceberg: solo un porcentaje insignificante de lo que sabemos acaba asomando a la superficie aunque sin la parte que se esconde bajo el agua nada se sostendría. 

¿Por qué Edimburgo? No lo sé con seguridad. Se trata de un lugar que siempre ha llamado mi atención y ya sabéis lo que hago con los lugares que me atraen: visitarlos o escribir sobre ellos. Esta ciudad se me ha resistido particularmente, por una razón u otra no surgía la oportunidad de visitarla, así que de alguna manera tuve que compensarlo mediante la escritura. El año pasado finamente tuve mi momento de pies de lápiz.

¿En qué os basáis vosotros para elegir los lugares en que transcurren vuestras historias? ¿Cómo obtenéis la información? ¿Le dais mucha importancia al escenario? ¿Os pasa lo que a Annie Poulux?

Y, que no se me olvide, ¿habéis visitado Edimburgo?

3 comentarios:

  1. Hola!!
    Bueno, antes de nada, decirte que me gusta mucho tu sitio: "el backstage de la novela", jeje, una gran idea, buena forma de expresarlo.

    Edimburgo... qué ciudad. Estuve en 2008, sólo una noche (pues estaba de ruta por Escocia), pero me fascinó... tengo que irme a vivir allí una temporada. Ojalá.
    Me parece un escenario genial para una historia, el lugar conlleva una mística propia. Toda Escocia lo tiene, pero Edimburgo es espectacular. Impresiona.

    Para responderte a tus preguntas finales, bueno, en mi caso es complicado, puesto que escribo fantasía, y los lugares son inventados, pertenecientes a Mi Mundo. Aunque para mí son tan válidos como cualquier lugar real de historias basadas en nuestro mundo, no sé si la pregunta tiene el mismo sentido. En todo caso, me resulta muy complicado responder, puesto que no suelo "elegir" los escenarios... normalmente me vienen dados. Algo evoca un sitio, una situación, una escena... y ésa es precisamente la forma que tengo de visitarla. Así que complicado el por qué, el cómo elijo el sitio.
    Obtener información, bueno, probablemente los escritores que ambientan sus historias en el mundo real pueden hacernos esa crítica: nosotros no tenemos que documentarnos, pues nos inventamos los escenarios: FALSO ;) Los escenarios en un mundo imaginario tienen su propia consistencia, no puedes decir cosas diferentes sobre un sitio o personaje en disferentes historias. Estos sitios deben guardar una sintonía, cada lugar tiene sus reglas y hay que cumplirlas. Y cuando has creado un mundo muy grande, a menudo no es fácil manetener eso... Además, muchos sitios están basados, insirados, en lugares reales. Y en ese caso, la visita del lugar (real) ayuda para las descripciones y la ambientación, sin duda. En ese caso la documentación se hace tan importante como en una novela basada en el "mundo real".
    Por supuesto, el escenario siempre tiene mucha importancia!! Es la base, donde se desarrolla una escena, y ésta debe cumplir las "normas" que le impone el escenario. Escribir es una coreografía entre normas que aportan los personajes, el escenario, el argumento...
    Y aunque me encantó la cita de Annie Poulux, he decir que no, que yo suelo empezar por los personajes, más que por los lugares... Aunque como en todo, depende.

    Bueno, perdona por darte la brasa! me gustó la entrada, el blog y que plantearas las reflexiones. Así que quise aportar.
    je.
    Un saludo!!
    Chris.

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    1. ¡Bienvenido Chris! De brasa nada, jeje, yo más que encantada con tus aportaciones... De eso se trata, ¿no? de que las preguntas tengan respuestas y cuantas más (y más diferentes) mejor.

      Edimburgo es como dices, una ciudad fascinante... El clima, la gente, el verde... ¡Qué ganas de regresar!

      Gracias también por los comentarios sobre el blog. Ya ves, nace de la necesidad de compartir reflexiones como esta, y para que otros también se animen a participar y finalmente crezcamos como escritores.

      Sin ir más lejos, tu punto de vista (un escenario fantástico) plantea un montón de retos a la hora de escribir y documentarse. Diríase que resulta incluso más complejo... ¿Por dónde empezar? Supongo que, como dices, usar referencias reales puede ser útil. Es cierto que hay que prestar especial atención al describir porque el lector va a adentrarse en un mundo desconocido y eso requiere mimar cada detalle.

      Bueno, aún tengo tu novela pendiente; ahora sí estoy más intrigada por el tratamiento que le has dado a esos escenarios fantásticos.

      Pásate por aquí siempre que quieras, y gracias por compartir tus reflexiones.

      ¡Abrazos!

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    2. :D
      jeje, me alegro de que lo veas así. La fantasía está ganando posiciones como género, pero aún tenemos un pequeño complejo de inferioridad, al menos yo lo tengo, en eso de la documentación. Debe ser un momento interesante, documentarse sobre un hecho histórico, o no, sobre un lugar, su gente, etc, para lograr una buena ambientación. Estoy seguro de que tu historia valdrá la pena.

      Me alegro de que te intereses por La Sirada, jeje, si algún día te animas, ya me darás tu opinión, espero! ;)

      Encantado de pasar por aquí, volveré a menudo para seguirte, me ha parecido interesante eso de las reflexiones. y estoy totalmente de acuerdo, compartir entre escritores es crecer como escritores ;)

      un abrazo!
      chris.

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